Actualmente existe una moda que nos rodea y que tiene bastante acogida por la población. Me refiero a las láminas y tazas con frases motivadoras. Del tipo “Hoy voy a comerme el mundo”; “Hoy va a ser un gran día”.
Hace unos días, acudí a un monologo donde el humorista hacía referencia a este tipo de mensajes y láminas, y claro, como es su deber y trabajo, las ridiculizaba.
Evidentemente, no porque tengamos una taza en la que reza, que “el día será maravilloso”, el día será maravilloso. Pero si hay cierta relación.
Martin Seligman, prestigioso psicólogo, realizó un estudio con personas estadounidenses a las que les había tocado el premio gordo de la lotería. Los resultados son bastante interesantes. En un primer momento estas personas respondían con euforia y entusiasmo, pasado un año, regresaban a su nivel base de felicidad. Es decir, las personas que se sentían felices antes de ser agraciadas con el premio de la lotería, pasado un año seguían siendo felices, las personas que no eran felices antes del premio, pasado un año, volvían a no ser felices.
¿Qué diferencia existe entre unas personas y otras?. Pues entiendo, que la forma de afrontar la vida, que no es otra cosa que nuestro sistema de creencias, valores y PENSAMIENTOS.
La forma de pensar sobre mi vida, sobre mi pareja, sobre mi trabajo, sobre mis amigos…condiciona en gran medida, mi estado de ánimo, y mi estado de ánimo induce, como me comporto en mi vida, con mi pareja, en mi trabajo, con mis amigos…. Por eso, no es tan mala idea salir de casa pensando que será un gran día, que la reunión irá bien, que el examen saldrá bien, etc.
Los deportistas de élite, trabajan sus pensamientos diariamente, se autodictan mensajes de logro, visualizan la meta….este trabajo es fundamental para el éxito. Los futbolistas salen al campo, pensando: “! Vamos a ganar, voy a marcar un gol!”
Evidentemente cambiar la forma en que afrontantamos las situaciones, nuestras conductas y comportamientos, no se hace de la noche al día, y tampoco, se produce un cambio mágico, como por ejemplo, comprando una taza. Pero si se puede trabajar diariamente, hasta conseguir interiorizar nuestra nueva forma de pensar más positiva y orientada al éxito.
La marca Nike, dice en su famoso eslogan: Just do it ! (Traducido: Hazlo!)
Yo más bien diría: Piénsalo!
¿No me cree cuando le digo que nuestra forma de pensar condiciona como nos sentimos, nuestras respuestas y conductas?
Le pongo, como siempre, un ejemplo:
Situación 1:
Por la carretera, 8.00 de la mañana, voy en un atasco, tengo prisa, voy a trabajar. Miro el reloj. De repente miro como por mi derecha me adelanta un coche.
Pienso: “¿Dónde irá tan rápido? ¡Ya está el chulo de siempre! ¡Siempre tiene que haber un listo!”
- Como me siento: Enfadado, cabreado, con ira, con rabia.
- Llego al trabajo, irritado.
Situación 2:
Por la carretera, 8.00 de la mañana, voy en un atasco, tengo prisa, voy a trabajar. Miro el reloj. De repente miro como por mi derecha me adelanta un coche.
Pienso: “¿Dónde irá tan rápido?, ¿Le habrán llamado del hospital? ¿Tendrá a su padre enfermo, un hijo…?”
- Como me siento: Compasivo.
- Llego al trabajo: Tranquilo.
¿En algún momento de mi vida, conoceré la verdad sobre porque ese coche me adelantó de esa manera? No, es casi imposible.
Entonces, ¿por qué pensar algo que me molesta, que me hace daño, que me irrita?
Es necesario aprender a identificar los pensamientos y dar una explicación realista y saludable a nuestras situaciones, para no hacernos daño.
¿Cuántas situaciones cotidianas le ponen de mal humor, triste, etc. sin que usted sepa exactamente el motivo? ¿A cuantas conclusiones llegamos sin saber el como, la causa, ni el porqué? Por ejemplo:
– No me ha saludado, porque seguro que le caigo mal.
¿Cómo lo hacemos? Pues entrenando todos los días con autoinstrucciones.
Recuerde que la Libertad, significa elegir lo que pensamos. No elija pensar algo que le encadene al sufrimiento.