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¿Qué es HIFU? ¿Qué tecnología emite?
HIFU, siglas en inglés (High Intensity Focused Ultrasound), Ultrasonido de alta intensidad, es la focalización de las ondas de sonido de alta intensidad para generar calor en un punto específico, llamado punto focal. El Ultrasonido HIFU es una tecnología que emite una vibración mecánica que a través de choques moleculares genera calor y ayuda al rejuvenecimiento facial. Tiene la capacidad de producir temperaturas internas de hasta 60 grados centígrados identificables, cuando la temperatura de la piel llega a los 40 grados centígrados aproximadamente, generando así la energía de activación que produce la restructuración proteica que genera la retracción y remodelación del tejido conjuntivo.
¿Qué efectos produce el HIFU?
Lifting Facial o rejuvenecimiento facial: Siendo la cara la parte más visible de nuestro cuerpo, los pacientes solicitan tratamientos estéticos faciales para disminuir las arrugas, mejorar la calidad de la piel y para disimular el paso del tiempo. Efecto TENSOR.
Con el Sistema HIFU se encontró que el fenómeno de desnaturalización es reversible y es posible reestructurar las proteínas de manera selectiva provocando resonancia exclusivamente a tratar, sin producir riesgos a tejidos adyacentes ni quemaduras en la piel. El proceso mediante el cual la proteína desnaturalizada recupera su estructura nativa se llama Reestructuración proteica.
Tratamientos para el rejuvenecimiento facial
El HIFU es capaz de generar contracción inmediata, neocolagénesis y elastogénesis a medio plazo, a la vez que permite incidir en todos los niveles: epidermis, dermis profunda y SMAS (Superficial Muscular Aponeurotic System), siendo esta última estructura de vital importancia en la arquitectura facial. La máxima profundidad de esta tecnología favorece en el tiempo el mantenimiento del tejido sin pérdida de elasticidad y firmeza.
Tecnología y seguridad
Para ello el equipo dispone de tres transductores diferenciados: el primero trabaja a 10 Mhz, logrando un punto focal a 1,5 mm de profundidad, cuya indicación principal será la mejora a nivel epidérmico; el segundo trabaja a 8 Mhz, disponiendo de un punto focal a 3 mm que incide sobre dermis profunda. Por último, el transductor más profundo trabaja a 4 Mhz y es capaz de focalizar la energía a 4,5 mm, a nivel del SMAS facial.
El HIFU converge la energía en profundidad de forma selectiva (del mismo modo que actúa una lupa con los rayos solares), preservando intactos las capas de la piel más superficiales. Es por ello que esta tecnología es extremadamente segura; HIFU se puede aplicar en cualquier fototipo sin riesgo de lesiones en la piel, permitiendo su uso en cualquier época del año, promoviendo el rejuvenecimiento facial.