Comienza un nuevo año y, como siempre, es época de nuevos propósitos, retos e ilusiones. Estos pueden tener un carácter intelectual o estético. En el segundo caso, la cirugía estética puede ofrecerte múltiples soluciones. Porque cuando afrontamos un tratamiento o una operación en el ámbito de la estética, buscamos no solo un resultado beneficioso para nuestra imagen, sino también la seguridad de que nuestra salud no sufrirá ningún percance.

Hoy queremos hablar de la importancia de cuidar nuestra piel debidamente. Lo primero que tenemos que saber son las funciones que lleva a cabo. La primera y principal tiene que ver con la protección de nuestro organismo. La piel actúa como barrera, como elemento protector de las agresiones externas (sol, frío, bacterias). En consecuencia, esto genera una irritación y un desgaste para nuestra piel.

Es por ello que mantener un cuidado y una hidratación adecuados se convierte en indispensable. Esta recomendación es un común denominador en el ámbito de la cirugía estética. Si queremos que nuestra piel mantenga un estado óptimo tenemos que seguir una serie de consideraciones, entre las cuales podemos destacar: no exponerla directamente a los rayos del sol sin protección, hidratarla de manera regular, usar productos de maquillaje que no sean agresivos o llevar a cabo una limpieza y exfoliación eficaz. Además, es esencial que a la hora determinar la rutina para cuidar nuestra piel hagamos distinciones que son sustanciales: cada zona de nuestra piel es diferente (mayor o menor sensibilidad) y cada tipo de piel (seca, grasa) necesita una aplicación distinta.