En el mundo de la nutrición, los suplementos viven en un territorio turbio. Si bien queremos asegurarnos de que obtenemos todas las vitaminas y los minerales que necesitamos, una investigación de la Escuela de Medicina de Harvard demuestra que estos son más potentes cuando provienen de alimentos reales en lugar de píldoras.
Sin embargo, existe una vitamina en particular que es bastante difícil de conseguir por cuenta propia, a menos que vivas en un ambiente tropical: la vitamina D, también conocida como la vitamina del sol. Aquí le explicamos por qué la vitamina D es tan importante y lo que necesita saber acerca de los suplementos.
Los beneficios de la vitamina D
Uno de los beneficios más importantes que le ofrece la vitamina D a su cuerpo es contribuir al crecimiento de los huesos. También se ha descubierto que desempeña un papel en el crecimiento celular, en la reducción de la inflamación y en la función neuromuscular.
El estudio ha vinculado los niveles apropiados de vitamina D a todo, desde el aumento de la fertilidad y un menor riesgo de cáncer de mama hasta un menor número de infecciones respiratorias e incluso una reducción en la gravedad de las enfermedades.
El cuerpo produce vitamina D cuando se expone a los rayos UVB del sol, pero si usted vive al norte, debido a la forma en la que el sol está posicionado, eso solo ocurrirá entre los meses de abril y octubre.
Algunas personas también son más susceptibles a las deficiencias. Si tiene la piel oscura, su cuerpo no sintetiza mucha vitamina, lo que lo pone en riesgo de niveles bajos.
De igual forma, las personas obesas pueden ser dos o tres veces más propensas a sufrir de deficiencias, ya que la vitamina D es una vitamina liposoluble. Las mujeres embarazadas también presentan un gran riesgo. Los bebés incrementan la exigencia en su cuerpo, así que es posible que necesite aumentar su suministro de vitamina para garantizar que esté recibiendo la cantidad suficiente.
Sin embargo, algunas investigaciones sobre la vitamina D sugieren que un tiempo de exposición al sol de 5 a 30 minutos, dos veces a la semana, puede ser suficiente para que la vitamina D se sintetice. También puede abastecerse de alimentos ricos en vitamina D como el pez espada, el salmón, el jugo de naranja fortificado con vitamina D, la leche, el yogur y el aceite de hígado de bacalao.
Lo más importante: escuche a su cuerpo y tenga en cuenta todos los factores que influyen en los niveles de vitamina D, incluyendo su ubicación, tipo de piel, exposición al sol y dieta. En caso de no estar seguro, o si está embarazada o presenta síntomas que indiquen una deficiencia, hable con su médico. Las personas que presentan una deficiencia deben consumir suplementos, sin embargo conocer sus niveles (y hacer frente a cualquier problema con anticipación) siempre es mejor que jugar a adivinar cuando se trata de su salud.