Al viajar de un país para otro, uno de los primeros cambios que sentimos es en la textura de nuestro cabello. Las alteraciones en las hebras del cabello son visibles y varia de persona para persona. Algunos piensan que las mechas no se comportan muy bien en ciudades de playa, hay quienes prefieren los climas más fríos y quienes juran que el agua de una determinada ciudad le hace maravillas a su pelo.

El Dr. Daniel Fernández Melo, miembro titular de la Sociedad Brasileña de Dermatología y estudioso de las enfermedades del cabello y el cuero cabelludo, esclarece que el calor, frio, humedad y tiempo seco, son los principales factores climáticos que influyen en la textura del cabello.

“La raíz del pelo sufre un efecto directo del medio externo, de manera que la alta concentración de moléculas del agua pueden impregnar el medio ambiente de forma tal que el cabello quede más propenso a la oleosidad. En los climas templados y fríos, como lo son los europeos, por ejemplo, se lava mucho menos el cabello que en Brasil. Los indios en la Amazona tienen el hábito de lavar mucho más el cabello, porque el clima es extremamente húmedo”, explicó.

Hija francesa, madre brasileña y cabellos viajados

La periodista Caroline Leifer, es francesa e hija de brasileña, vive en Brasil desde hace dos meses y ya siente los cambios bruscos en su cabello: “en Francia cuando hace frío el tiempo es más seco, entonces el cabello me luce uniforme, las mechas son más comportadas y las ondas de los rizos me quedan mejor definidas, además de quedarme mucho más sedoso”, ya con el clima de Brasil, los cabellos aún no se adaptan: “aquí en Brasil mi cabello queda rebelde, no sé cuál peinado hacerme para mejorarlo. Después del lavado de manera normal pasé a usar leave-in, para darle más peso a las mechas y a las hebras y definirlas, es lo que me ha ayudado”, apuntó.

Lo mismo le ocurre a la modelo Vanessa Rosseto, brasileña, que ya vivió en países como Japón e India. Para ella, el clima denso francés la ayudó en la rutina capilar. “En Europa mi cabello me quedaba bien lacio, chorreado. Facilitaba mi día a día, porque era muy práctico”, recordó.

A parte de eso, Caroline nos conto que su madre que es brasileña y vive en Francia desde hace 26 años, está fuera de su país de origen desde hace muchos años y aún sufre con la adaptación: cuando viene a Brasil, siente sus cabellos más suaves.

Para esclarecer la duda sobre la genética que podría relacionar el DNA de los cabellos de Caroline y los de su madre, la bióloga Thaina Lima explica: “Aunque ellas tengan el mismo DNA capilar, con el paso de los años la estructura de la hebra del cabello cambia , debido a los alimentos, las bebidas y los medicamentos que ingerimos etc. Es más probable que la diferencia capilar entre madre e hija se dé por motivos de la diferencia de edad, es así que existen productos para el cabello de mujeres más maduras”, comentó.

Los cambios climáticos afectan más los cabellos rizados que los lacios

El cabello rizado es más sensible que el lacio y tiene problemas con la electroestática : “las hebras son más próximas y tienen carga negativa por eso el frizz aparece frecuentemente. Los cabellos lacios no sufren de electroestática”, afirma Daniel.

Con relación a los cabellos tratados químicamente, Daniel Fernández explica que estos son propicios a daños porque pierden las capas más externas protectoras de las raíz capilar: “el daño químico y térmico deja la raíz capilar debilitada, dañada y hasta desprovista de sus últimas capas , por lo tanto es sensible a los cambios climáticos”, finalizó.

El agua también influye en la textura capilar

El agua y sus componentes también poseen influencia en la reacción del cabello y en cada país recibe un tratamiento diferente.” En Brasilia por ejemplo, el agua posee una composición de cloro más elevada que en otros estados de Brasil. Pero si fuera a Chile verá que el agua es como nieve derretida. Los minerales están envueltos a la activación de enzimas, para el funcionamiento correcto de las proteínas y “agrega”: si lava su cabello con una agua con pH ligeramente más ácido, las escamas se van a cerrar, el cabello le quedará más brilloso, si el agua tuviera más alcalina las escamas le quedarán abiertas y sentirá su cabellos más áspero al contacto.

¿Cuál es la peor estación para los cabellos?

El verano es conocido como la estación más perjudicial para la salud de los cabellos. Daniel Fernández explica que tanto el calor, como el frío perjudican los cabellos: “el verano reseca los cabellos y los deja más sensibles a los daños. La hebra capilar envejece a lo largo del tiempo y puede quedar blanca y quebradiza rápidamente”. Sin embargo, el médico afirma que en el invierno muchos pacientes procuran más su consultorio: el invierno deja el cabello más oleoso y sujeto a dermatitis. “Existen enfermedades capilares para todas las estaciones y cada una merece un cuidado especifico”. El riesgo de que los cabellos se deshidraten es grande, debido al constante baño con agua caliente y de forma prolongada.