Dime qué comes y te diré cómo dormirás… este artículo podría sintetizarse en esta frase ya que lo que uno come impacta directamente en nuestra calidad de descanso por la noche. Una cena liviana puede convertirse en la clave de un buen dormir y una opción para combatir esas horas de insomnio.

La alimentación es la gasolina de nuestro organismo, por ello todo aquello que ingerimos tiene consecuencias en nuestro cuerpo ya sea a la hora de absorber los nutrientes para su correcto funcionamiento como también en los procesos digestivos que afectan la sensación de bienestar general. Muchos estudios han demostrado que la alimentación afecta durante el proceso de conciliación del sueño y por ello recomiendan una cena liviana para un buen descanso.

Evita cenar carnes rojas ya que su digestión y procesamiento interno es muy laborioso y pesado. Si optas por una cena rica en proteínas elige una carne blanca de ave o pescado.

Los fritos son enemigos de un buen descanso, ya que su alta composición en grasas garantiza una digestión pesada y malestar digestivo afectando el buen descanso.

Si optas por una cena rica en minerales y vitaminas de la mano de frutas y verduras, es importante que valores la característica diurética de ciertos alimentos como piña, sandía, apio, tomate, alcachofa, espárragos, entre otros. Estos alimentos aumentarán tus ganas de despertarte para ir al baño.

La lactosa también garantiza una digestión un poco pesada, por ello es importante evitar alimentos ricos en lactosa como leche, yogur, entre otros.

Existen alimentos que excitan a los sentidos y que atentan contra un buen dormir como el café, el chocolate, el alcohol, y alimentos de alta concentración de azúcares.

Protege tu buen descanso con estos consejos y disfruta de una cena liviana para un dormir mejor.