La apendicitis aguda es la inflamación súbita del apéndice cecal. Es la causa más común de dolor abdominal agudo y una de las principales causas de atención en el departamento de urgencias de los hospitales. Se calcula que el 20% de la población desarrollará un cuadro de apendicitis aguda en el transcurso de la vida.

En cuanto se establezca su diagnóstico, el tratamiento es quirúrgico e inmediato. La gran mayoria de los casos se pueden resolver por laparoscopia.

Conoce un poco tu apéndice cecal:

Este pequeño órgano que mide apenas algunos centímetros de longitud y menos de uno de diámetro, asemeja en su forma a un gusano y se encuentra localizado en la parte baja y a la derecha del abdomen, justo en el inicio del colon o intestino grueso. Su función es incierta, pero se le atribuyen funciones inmunes o de protección, sobre todo en la infancia.

Su inflamación inicia cuando por diversas causas (fibra, alimentos, gas e incluso parásitos) se obstruye su luz; esto desencadena el proceso infeccioso que se instaura en tan solo unas horas.

¿Y los síntomas?

El dolor es el síntoma principal. El cuadro típico solo está presente en menos de la mitad de los casos en los cuales el paciente expresa que el dolor migra o cambia de posición, iniciando en la parte alta del abdomen o a nivel del ombligo, para que al cabo de unas horas se localice en la parte baja y a la derecha, justo donde tiene su localización anatómica. En otras ocasiones el dolor se inicia justamente en este sitio, persistiendo durante horas. Debido a variaciones en su posición, los cuadro clínicos pueden ser diferentes y acompañarse de nausea, vómito, molestia urinaria e inclusive diarrea, pero siempre estando presente el dolor como síntoma cardinal. Es común la falta de apetito (anorexia). Si este proceso continua y no es tratado, la infección, inicialmente local en el apéndice, se comunica fuera de este con la cavidad que lo contiene, instaurándose una inflamación peritoneal o peritonitis; entidad que se acompaña de otros síntomas que expresan un proceso infeccioso ya sistémico, como la fiebre, presión arterial baja y una frecuencia cardiaca alta, entre otros.

¿A quién afecta?

Afecta a cualquier edad y sexo, siendo más frecuente en la infancia y en los adultos jóvenes.

El embarazo no se escapa a la posibilidad de presentar apendicitis aguda; la laparoscopía ha mostrado en forma clara beneficios para la madre y su producto ante la necesidad de someterse a Apendicectomía (extirpación quirúrgica del apéndice cecal), siendo un procedimiento seguro para dicho binomio.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de apendicitis aguda se basa sobre todo en la revisión clínica; mayormente nos apoyamos de estudios sanguíneos, radiografías de abdomen y en algunos casos, sobre todo en mujeres en edad fértil, en la realización de un ultrasonido pélvico a fin de descartar procesos inflamatorios del aparato genital que pueden simular cuadros clínicos muy parecidos. El rango de expresión clínica va desde los pacientes que tienen un cuadro muy evidente de apendicitis aguda hasta aquellos en los que se requiere la observación en urgencias durante algunas horas antes de concluir un diagnóstico.

En los extremos de la vida (infantes y ancianos) y en pacientes con enfermedades sistémicas que disminuyen su capacidad de defensa inmunológica, así como aquellos que consumen esteroides, antibióticos o analgésicos, se dificulta el diagnóstico.

Por ello la importancia de acudir a un especialista ante la presencia de dolor abdominal que no cede y evitar la auto administración de medicamentos, sobre todo analgesicos.