La cistitis es una infección de las vías urinarias provocadas por bacterias que entran al canal urinario de forma externa. Una vez dentro, pueden ser expulsadas sin causar inflamación, o por el contrario, si encuentran las condiciones óptimas, multiplicarse y provocar este molesto cuadro que cursa con ardor, urgencia al orinar con aumento de la frecuencia (y no siempre es una necesidad real de orinar), dolor, mal olor de la orina… en casos más graves puede manifestarse fiebre, orina con sangrado o infección de riñones.

Al menos una vez en la vida todas las mujeres padecerán cistitis. Algunas, la sufren con mucha frecuencia (y sobretodo en verano) por lo que deberían seguir estos consejos para controlar su aparición.

  • Evita los lavados frecuentes: limpiar la zona íntima más de una vez al día, supone un desequilibrio de la flora que puede provocar infección. El jabón con árbol del té desinfecta de forma natural si tenemos predisposición a las infecciones.
  • Usa jabón íntimo. El gel de ducha está destinado para adaptarse al PH de la piel; no tiene el PH de la zona vaginal (más ácido) por lo que supone una agresión para una zona tan delicada.
  • Hidrátate: bebe al menos 1,5 litros de agua al día. Una de las múltiples funciones del agua es limpiar los conductos urinarios, arrastrando bacterias y evitando el crecimiento bacteriano.
  • Evita la ropa ajustada y poco transpirable. Usa ropa interior de algodón y no uses protegeslip a diario. Sobretodo en verano, evita los tejidos plásticos, el cuero o la lycra porque no transpiran y condensan el aire, aumentando la humedad y ayudando a la proliferación bacteriana.
  • Cuidado con los tangas. El tanga es uno de los principales responsables de las cistitis al transportar las bacterias del ano a la vagina. No recomendamos su uso a diario.
  • Higiene tras las relaciones sexuales. Muy importante orinar tras el acto sexual, aunque sea un poquito, para limpiar las bacterias que hayan podido entrar en el canal urinario. También recomendamos limpiar con jabón íntimo.
  • Cambiar la compresa o tampón cada 3-4 horas máximo. Aunque pensemos que no sea necesario porque no hayamos producido tanto flujo, la humedad y el flujo menstrual estancado aumenta el crecimiento bacteriano. La mayoría de cistitis se producen durante el periodo menstrual. También se explica este fenómeno porque muchas mujeres sufren bajadas de defensas en esos días del mes. Por eso hay que ser muy escrupulosa con tampones y compresas.
  • No te excedas con la cafeína y la teína: son irritantes de las vías urinarias. Por lo que recomendamos no abusar de café, té, refrescos de cola, etc. El tabaco y el alcohol también son irritantes y no habría que abusar de su consumo.

  • Consume arándano rojo. Es un potente antioxidante y el antibacteriano natural más eficaz para las vías urinarias. Contiene gran cantidad de antocianinas, responsables de su color rojo, y cuyo efecto reside (combinado con agua) en una protección de las vías urinarias impidiendo la adherencia de las bacterias que causan la infección, Por lo efectúa una limpieza bacteriana sin afectar a la flora natural, respetando su equilibrio. Muy al contrario que los antibióticos de farmacia que afectan a todas las bacterias: las buenas y las malas.

El arándano rojo lo puedes consumir fresco (aunque en épocas muy limitadas del año y no en todos los sitios se puede conseguir). También lo puedes consumir desecado, para acompañar a tus cereales, a tu yogur o añadir un puñadito a las ensaladas. Con tomar 6-7 arándanos diarios sería suficiente (estos son más fáciles de conseguir, aunque hay que tener cuidado con el azúcar que les añaden).