En muchas ocasiones hablamos de lo importante que es beber agua para tener una vida llena de salud y de bienestar. El agua es una pieza clave en nuestra vida, pero a veces desconocemos todo lo que hace por nuestro cuerpo.

Beneficios de beber agua

  • El agua ayuda a eliminar toxinas y deshechos de nuestro organismo estimulando la actividad de los riñones.
  • Nuestro cuerpo nos la pide aunque no nos demos cuenta. En ocasiones, cuando creemos tener hambre, en realidad tenemos sed. Cuando tengamos tentación de picar algo entre horas, probemos a beber un vaso de agua. Ayudarás a tu cuerpo a calmar la sed y a estar hidratado y además, no comerás entre horas y no aumentarás de peso de forma tonta debido a esos pequeños excesos.
  • Beber la cantidad de agua suficiente al día aleja los problemas cardiovasculares de nuestro corazón, ya que disminuye la posibilidad de sufrir un ataque o un infarto.
  • Cuando no ingerimos toda el agua que necesitamos, nos deshidratamos y eso disminuye de forma considerable nuestra energía. Por ello, el agua es una de las mejores herramientas de las que disponemos para sentirnos llenos de fuerza y vitalidad cada día.
  • La piel se beneficia enormemente del agua. Beber una buena cantidad a diario mantiene nuestra piel hidratada, con buen aspecto, tersa y radiante.
  • El agua nos ayuda a alcanzar mejor nuestras metas deportivas. Está demostrado que beber agua antes, durante y después de una sesión de deporte nos ayuda a mejorar nuestro rendimiento general.
  • Nuestro sistema digestivo también agradece que bebamos mucha agua ya que este líquido disminuye la acidez y cura el estreñimiento.

¿Cómo acostumbrarnos a beber más agua?

En ocasiones, por mucho que oigamos lo beneficioso que es para nuestro cuerpo, nos sentimos incapaces de beber más, bien porque no nos acordamos, bien porque nos da la sensación de que hemos bebido demasiada.

Pero en nuestra mano está ayudar a nuestro cuerpo a dar ese empujoncito a beber más agua. Os explicamos cómo hacerlo.

  • Nada más llegar al trabajo, pongamos ante nosotros un vaso de agua y comprometámonos a bebérnoslo entero antes de almorzar. Tras el almuerzo lo mismo hasta la hora de la comida y después de comer, exactamente igual antes de salir hacia casa. Al principio nos costará y nos dará la sensación de que siempre estamos en el baño, pero poco a poco el cuerpo se acostumbrará y necesitaremos beber.
  • Durante las comidas, intentemos beber al menos dos vasos de agua en cada una. Cuando consigamos beberlos, intentemos subir a tres.
  • Si vamos a estar fuera de casa y también de la oficina, debemos llevar una botella de agua pequeña con nosotros y cada vez que abramos el bolso o busquemos algo, tomar un sorbo.
  • Debemos tener en cuenta que el agua también está presente en sopas, infusiones o tés, por lo que si estamos un poco hartos del agua insípida, podemos probar a combinarla con infusiones, zumos y sopas.
  • Pongamos un calendario en la nevera y cada día que sumemos que hemos tomado dos litros de agua, pongamos una cruz. Sintámonos orgullosos de ayudar a nuestro cuerpo a funcionar mejor y felicitémonos por adoptar este saludable hábito.