¿No le ha pasado nunca, que planea comprarse un coche de una determinada marca o color, y “de repente”, solo ve por la calle el coche que usted ansía comprar?

¿No le ha comentado alguna vez, una amiga que ha quedado embarazada, “voy por la calle y hay un montón de embarazadas”?

Este fenómeno no es casualidad, nuestro cerebro está programado para seleccionar información de nuestro alrededor y facilitar nuestra adaptación al entorno.

No es que antes no existiesen coches color rojo, es que nuestro cerebro obviaba esa información y hacía que no nos fijáramos. Debido a la gran cantidad de estímulos que tenemos alrededor, nuestro cerebro elimina la información que no es necesaria para nosotros.

Solamente, selecciona información de nuestro alrededor que considera relevante. Si usted le dice a su mente lo que busca, le avisará cada vez que sus sentidos lo perciban.

Una de las razones por las que es útil marcarse un objetivo es porque preparamos a nuestro cerebro para que nos avise cuando encuentre información en el entorno que nos ayude.

Si por ejemplo, mi objetivo es hacer un viaje a Japón, seguramente mientras ando por la calle, veré una oferta de vuelo en un escaparate de una agencia de viajes, o mientras almuerzo con un amigo y estamos hablando, paro la conversación porque escucho en el televisor del restaurante una noticia referente a Japón.

De alguna manera, cuando marco mi objetivo y lo comunico a mi cerebro, lo he programado para que a partir de ahora, sea más sensible a toda la información que esté relacionada con Japón.

John Kaufman, nos aconseja: “Tómese un tiempo para preparar a conciencia su cerebro, se fijará en lo que es relevante para usted…y dará con ello, seguro.”