Un pelo brillante es sinónimo de un pelo saludable. Esto es debido a que las cutículas de cada pelo están cerradas y reflejan la luz que incide sobre ellas.
Cuando nuestro pelo está dañado, las cutículas se levantan, y la luz no se refleja como debería. Además, unas cutículas en mal estado, pueden derivar en que se rompa el cabello.
El tipo de pelo que tengas, liso o rizado, también influye en lo brillante que lo vas a tener. El sebo, que es el aceite natural que tenemos en el cabello, cubre el pelo liso mejor que el pelo rizado, por lo que el pelo liso puede parecer más brillante.
Dependiendo de cuánto esperas a cortarte el pelo o de lo rápido que crece, cada tallo de pelo puede durar un par de años.
Así que el pelo tiene que sobrevivir varias temporadas de sol abrasador, de agua salada, de aire frío y seco, de cloro, de coloración…
Nuestro cabello necesita un cuidado constante, para ayudarlo a que esté sano y bonito.
Y no sólo depende de los productos que le apliques, también influye tu estilo de vida, y como lo trates.
El mantenimiento es relativamente fácil si sigues los pasos correctos.
Pero antes debes conocer tu pelo, porque todo dependerá del tipo de cabello que tengas. Las de pelo rizado necesitan cuidados diferentes a las de cabello lacio. Lo mismo ocurre con las de pelo graso o seco, fino o grueso.
Pero lo que está claro es que todo pelo necesita ser tratado con cuidado, especialmente cuando está mojado.
El pelo mojado es más vulnerable a la rotura o al daño de la cutícula. Es por eso que el uso agresivo de un secador o de una plancha de pelo inadecuada, pueden dañarlo gravemente.
Por eso es fundamental utilizar el secador y la plancha del pelo a una temperatura no muy alta, para que no dañe a la cutícula. Por suerte, la tecnología de las planchas ha evolucionado hasta crear productos que no dañan el pelo, y que incluso lo mejoran.
Los cabellos grasos se pueden lavar una vez al día, siempre y cuando lo tratemos suavemente y con cuidado. Eso sí, utiliza un champú suave (uno especial para cabellos grasos y finos) y un acondicionador para cabellos grasos.
Los cabellos secos hay que lavarlos con menos frecuencia, algunos incluso sólo 1 vez a la semana. Utiliza un champú y un acondicionador para pelo seco para nutrirlo e hidratarlo.
Ciertos tratamiento también pueden dañar el pelo si no se utilizan correctamente. Si quieres teñirte el pelo, alisarlo o rizarlo permanentemente, lo mejor es acudir a un centro profesional.
Los estilistas están capacitados para aplicar todos estos productos y son capaces de evaluar tu tipo de cabello y decidir qué funcionará mejor en tu cuero cabelludo.
Cortar el pelo regularmente es una de las mejores maneras para mantenerlo saludable, incluso si tienes el pelo largo o quieres dejártelo largo, cortarse las puntas protegerá al pelo de otros daños.
Cepillarse o peinarse el pelo con demasiada frecuencia o en el sentido equivocado (como el uso de un peine de púas finas en un pelo grueso, o cardarlo) puede conducir a la rotura del mismo.
Las extensiones de cabello y las trenzas también pueden causar roturas. Dejar las extensiones o las trenzas más tiempo del indicado puede causar daños en el cabello y en el cuero cabelludo o incluso la pérdida del cabello.
Las gomas y los coleteros pueden marcar el cabello y hacerlo más débil, utiliza las gomas lo menos posible, y evita los peinados muy tirantes.
El pelo se compone de proteínas, por lo que mantener una dieta sana compuesta por proteínas de alta calidad biológica y una buena higiene es una parte esencial de su mantenimiento que no hay que descuidar.
Dale a tu cabello la cantidad adecuada de vitaminas y minerales para que se fortalezca. Además, el hierro ayuda a transportar oxígeno a los vasos sanguíneos, el zinc hace crecer y repara, tejidos, y los omega-3, los ácidos grasos hacen que el pelo crezca sano.
Dale a tu cabello un poco de tiempo para mostrar un nuevo esplendor. Lo que comes no se va a notar de inmediato, pero se notará en el pelo nuevo que está por salir.