Seguramente muchos no hayan oído hablar de esta especia, pero se trata de uno de los ingredientes básicos en la cocina hindú. Proviene de la planta Cúrcuma Longa que se puede encontrar de forma natural en la India, aunque su cultivo se ha extendido en la actualidad más allá del país sud-asiático. Quizás con esta simple descripción algunos puedan pensar que trata solo de una especia más y que su función no va más allá de otorgarle sabor a los platos. Sin embargo, la cúrcuma podría ser uno de los alimentos más sanos del planeta, y es que sus beneficios son numerosos.

Hecha a partir de la raíz de la planta, también conocida como Tumerico, se trata del ingrediente básico del curry, gracias a su característico color amarillo mostaza, que ha sido utilizado durante cientos de años en cocina debido a que posee grandes propiedades y ayuda en la mejoría de ciertas afecciones.

De sabor neutro y un poco picante, además de dar a color a los platos, esta especia contiene numerosos nutrientes que nunca deben faltar en nuestra dieta como proteínas, fibra dietética, niacina, vitaminas C, E y K, sodio, potasio, calcio, cobre, hierro, magnesio y zinc.

  • Posee grandes propiedades antiinflamatorias que ayudan a aliviar los síntomas o las dolencias derivadas de enfermedades como la artritis reumatoide o incluso la enfermedad del tunel carpiano, muy popular hoy en día a causa del excesivo uso del ordenador o los dispositivos móviles.
  • Ayuda a regular los ciclos menstruales. La cúrcuma te ayuda a regular los períodos de menstruación así como a menguar en cierta medida los dolores que produce.

  • También se conoce su poder para aliviar los gases. El consumo de esta especia puede beneficiar la expulsión de gases del intestino, mejorar cólicos e incluso puede ayudar con dolencias como atonía estomacal, flatulencias o dispepsia ácida.
  • El consumo de cúrcuma genera efectos de protección en torno al hígado y puede ejercer como tónico para la vesícula biliar. De hecho expertos recomiendan su consumo en caso de cirrosis, ictericia o enfermedades hepáticas.
  • En tratamientos de cáncer, esta especia puede ejercer como protectora frente a los medicamentos y tratamientos, estimulando al cuerpo para resistir mejor los efectos.
  • Se considera un alimento excepcional para prevenir enfermedades cardíacas, reducir el colesterol malo y los triglicéridos.
  • Varios estudios también han demostrado que las personas que consumen una dieta que contiene cúrcuma suelen tener menor probabilidad de padecer Alzheimer, de hecho, se trata de una enfermedad muy poco común en la India.

A pesar de todos estos beneficios, también hay que tener en cuenta que no se aconseja su consumo a mujeres embarazadas o en período de lactancia. No se recomienda tampoco a personas que sufran problemas en la vesícula biliar, así como aquellos que sufran la enfermedad de reflujo gastroesofágico. Por último, aquellas personas que van a pasar por el quirófano tampoco deberían consumir cúrcuma, puesto que puede retardar la coagulación de la sangre.

Los que no se encuentran en ninguna de estas situaciones y quieren incorporar la cúrcuma a su dieta, es tan sencillo como incorporarla a los alimentos como en purés, legumbres, verduras, ensaladas, pescado, arroces, sopas, salsas, currys o incluso añadiéndola a bebidas como la leche o el té.

Es importante no confundir la curcuma con el comino, aunque son especias muy parecidas, no funcionan igual y si consumes esta última, a pesar de que no es nociva no conseguirás todos los beneficios que te ofrece la primera.

También se recomienda no excederse en la ingesta de esta especia, puesto que tomar demasiada puede acarrear algunos problemas. Y es que a pesar de que no se conocen efectos secundarios, si que podría provocar, en un consumo excesivo, malestar, náuseas o mareos.