A veces nuestro cuerpo nos lanza señales que debemos aprender a descifrar para saber qué es lo que nos ocurre. Si no lo hacemos, podemos estar ignorando un síntoma de una enfermedad o una posible infección que esconde algo más grave. De toda la escucha activa de nuestro cuerpo que es sano realizar, es importante estar atentos a los síntomas que evidencian que nuestro sistema inmunológico está débil, ya que es el responsable de protegernos ante agresiones externas y de regular la respuesta de nuestro cuerpo.

Es por ello que si sentimos alguno de estos síntomas o hemos notado alguna de estas señales, hay que cerciorarse de que se trata de un bajón del sistema inmunológico para ponerle remedio con ayuda de un equipo médico.

En ocasiones, es posible estar tratando durante mucho tiempo una dolencia con un fármaco hasta caer en la cuenta de que debería tenerse en cuenta que está relacionado con el sistema inmunitario. Dicho de otra manera: mejor reforzar nuestro sistema inmune a estar tomando todo el invierno pastillas contra el resfriado.

Las señales que muestran que nuestro sistema inmunológico está débil

  • Sufrir infecciones frecuentes de orina, oído, riñón o de estómago, tener las encías siempre inflamadas, pasar episodios de diarrea… Todas son señales de que nuestro cuerpo está luchando contra agentes externos y que no está dando la respuesta adecuada.
  • Inflamación de órganos internos como páncreas, hígado o bazo son sintomáticos de un sistema inmunitario en malas condiciones.
  • Tener constipados y gripe muy a menudo, además de contagiarse con facilidad, es un claro síntoma de que es posible tener un nivel bajo de los glóbulos blancos.
  • Sufrir dolores de cabeza constantes y mareos.
  • Tener dolor muscular y articular sin razón aparente.
  • Sentirse siempre cansados y agotados, no solo al hacer esfuerzos, sino a primera hora de la mañana cuando nos levantamos, es un signo muy claro de que algo no funciona bien.
  • Tener heridas, rozaduras o moretones que tardan en curarse, en vez de desaparecer en poco tiempo. Si además se infectan y duelen, es una señal que no debemos ignorar de que nuestro cuerpo no responde bien.
  • En los niños, un crecimiento tardío puede ser signo de tener un desorden de inmunodeficiencia primaria.
  • Estar tomando un antibiótico durante varios días sin señales de mejora es también un indicador a tener en cuenta, ya que puede ser evidencia de que la infección es más grave de lo que se cree o de que el sistema inmune está muy dañado y no puede sobreponerse.

Una vez sea patente que nuestro sistema inmunológico no funciona como debiera, debemos ponernos en manos del médico para poner remedio a esta situación. Además, es esencial seguir una dieta rica en nutrientes y alimentos antioxidantes, alejar el estrés, descansar y hacer deporte.