Los cereales han sido un alimento básico para los humanos desde los comienzos de la agricultura. Su papel en la historia fue tan relevante que existe una relación directa entre el desarrollo de ciertas civilizaciones y el cultivo de los cereales. En occidente estamos acostumbrados a cocinar con el arroz, el trigo, el maíz… pero hay otros cereales realmente interesantes y con múltiples propiedades que no siempre se tienen presentes en la alimentación habitual. Hablamos del mijo.

El mijo es un cereal muy nutritivo, no contiene gluten con lo cual pueden beneciarse de el las personas celíacas. Sus proteínas son más completas que las del trigo, el arroz y el maíz. No hay que menospreciar estos valiosos cereales, pero el mijo contiene más aminoácidos. Es uno de los pocos cereales alcalinizantes; es fácil de digerir y antialergénico.

Por su alto contenido en carbohidratos, es un alimento ideal para aportar la energía necesaria para nuestro organismo. Como mayoritariamente contiene carbohidratos complejos su absorción es más lenta y su ingesta no produce aumentos súbitos de glucosa en la sangre, por lo que pueden consumirlo también personas diabéticas.

En mujeres embarazadas o en periodos de lactancia el mijo es muy recomendable ya que contiene muchos micronutrientes que cubren las necesidades de la madre y del bebé.

Se puede utilizar para elaborar croquetas, añadir a las legumbres, emplearse como guarnición, servirlo con verduras o aliñarlo con especies y vinagretas. También se puede añadir a las sopas, ensaladas o para preparar tortas.

Si preparamos una receta con mijo y nos sobra, se puede guardar en la nevera en un recipiente de vidrio y así utilizarlo como guarnición en otros platos; observaremos que nos cambia la consistencia ya que queda mas compacto pero durante dos o tres días se conserva perfectamente.

El mijo es un cereal que también se puede consumir en forma de germinado. Si germinamos las semillas del mijo, aumentaremos la concentración de los nutrientes que tenia en su forma inicial, lo cual resulta benecioso porque se aumenta el valor nutricional. Como vemos, tenemos un gran aliado en nuestra alimentación, otra vez la naturaleza nos obsequia con un gran producto de la tierra del que podemos disfrutar.