A raíz del crecimiento de la investigación y el desarrollo de medicamentos, se adaptaron las primeras políticas de mercadotecnia dirigidas a médicos, hospitales y farmacias

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la evolución de la industria farmacéutica mundial, desde finales del siglo XIX hasta el día de hoy, ha pasado por cinco etapas. A continuación se explica cada una de ellas, así como las características que las diferencian.

Primera generación

Hace referencia a “Las innovaciones de primera generación”, que tiene lugar de 1820 a 1880, con base en los estudios de Antoine Laurent Lavoisier y de la Escuela Francesa de Química que identificaron nuevos compuestos químicos y aislaron diversos principios activos de ciertas plantas con propiedades medicinales, tal es el caso de la morfi na, la quinina, el curare y la belladona. Asimismo, sintetizaron productos químico-orgánicos con propiedades medicinales, como el éter, el cloroformo y los ácidos fénico y salicílico.

A principios del siglo XIX, los países con los sistemas de salud más consolidados establecieron políticas de cooperación para detener el avance de enfermedades transmisibles como las epidemias del cólera, la peste y la fiebre amarilla, lo cual dio pie a que doce países celebraran diez Conferencias Sanitarias Internacionales entre los años de 1851 y 1900.

Segunda generación

Las innovaciones de la segunda generación, de 1880 a 1930, fueron impulsadas por nuevos descubrimientos en la química orgánica, lo cual dio paso al desarrollo de sueros y vacunas. Esto permitió establecer las bases de la industria farmacéutica moderna.

A raíz de la Primera Convención Sanitaria Internacional de las Repúblicas Americanas, realizada en 1902, en Washington, Estados Unidos, se acordó la creación de lo que sería la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y para 1907 fue instituida en París, Francia, la Oficina Internacional de Higiene Pública (OIHP).

Cabe mencionar que a causa del debilitamiento de las instituciones de salud europeas durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), se desataron numerosas epidemias entre ellas el tifus, el cólera, la viruela, la disentería y la fiebre tifoidea. Y, como respuesta a tales emergencias sanitarias, se crearon la Organización de la Salud de la Sociedad de Naciones (LNHO, por sus siglas en inglés) y la Fundación Rockefeller, con el objetivo de fortalecer los sistemas de salud pública de diversos países, así como contribuir al desarrollo de las ciencias médicas y la epidemiología para implantar modelos de asistencia médica en el mundo.

Tercera generación

En esta época, que data de 1930 a 1960, tuvo mucho que ver el estudio de la química de los elementos naturales, lo cual permitió aislar y sintetizar vitaminas, cortocoides, hormonas y antibacterianos. Con base en el fi rme crecimiento de la investigación y el desarrollo de medicamentos, fueron adaptadas las primeras políticas de mercadotecnia dirigidas a médicos, hospitales y farmacias.

En esos años, entre las enfermedades que dominaron en el mundo durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) sobresalieron el dengue, la difteria, la disentería, la ictericia, la malaria, el tétanos, el tifus y la tularemia.

Con base en la Constitución de la OMS —adoptada por los representantes de 61 países durante la Conferencia de Salud Internacional, realizada en Nueva York, Estados Unidos, y que entró en vigor el 7 de abril de 1948— se estableció que “la salud consiste en un estado de bienestar completo físico, mental y social y, no es simplemente la ausencia de enfermedad”. Además de que “contar con la seguridad de la salud es uno de los derechos fundamentales de cada ser humano, sin distinción de raza, religión, creencia política, condición económica o social.

Asimismo, en aquellos años, la OMS indicó que el cuadro de enfermedades había cambiado tanto desde principios del siglo XX, que era necesario modifi car el Conjunto de Reglamentos Jurídicamente Vinculantes para Prevenir la Propagación Internacional de Enfermedades, el cual fue publicado en 1951. En ese tiempo, los servicios de salud centraban su atención en las enfermedades que requerían de cuarentena y exigían aislamiento de la persona aparentemente sana que hubiera estado expuesta a un posible contagio, tal es el caso del cólera, peste o fiebre amarilla.

Padecimientos que aquejan a la sociedad del siglo XXI, según la OMS:

  • Diabetes mellitus.
  • Cardiopatías isquémicas.
  • Afecciones cerebro-vasculares.
  • Infecciones en las vías respiratorias.
  • Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
  • Tuberculosis.
  • Cáncer de tráquea, bronquios o pulmones.
  • Manifestaciones de depresión.
  • Enfermedad de Alzheimer.
  • Enfermedades hepáticas.
  • Osteoartritis, etcétera.

Cuarta generación

De 1960 a1980 se tuvo como punto de partida los avances en la base científica de la industria farmacéutica, por ejemplo, la implementación de ensayos clínicos de las Fases I, II, III y IV de la investigación básica.

Los medicamentos producidos a partir de la década de 1960 se especializaron en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares y del sistema nervioso central, así como para el cáncer. Con base en la diversificación de los medicamentos, las autoridades sanitarias de diferentes gobiernos les impusieron estrictas medidas para garantizar su eficacia y seguridad.

Quinta generación

La última ola de la generación se ubica de 1980 hasta la actualidad y se caracteriza por el desarrollo de la biotecnología y de los métodos de anticuerpos monoclonales para producir proteínas fi siológicas útiles en el diagnóstico y tratamiento de ciertas enfermedades.

Es preciso mencionar que a partir de la última década del siglo XX, la industria farmacéutica ha entrado en una fase de consolidación tanto de empresas nacionales como multinacionales.

Además, gracias al desarrollo de medicamentos en esta etapa, fue posible mitigar mediante vacunas los brotes de ciertas enfermedades transmisibles, además de que aumentaron los servicios de saneamiento e higiene en los principales centros urbanos. Asimismo, gracias a los avances tecnológicos en la identificación de agentes patológicos, se descubrió un importante número de enfermedades con características comunes.

Padecimientos actuales

Actualmente, la OMS considera que los principales padecimientos que aquejan a la población mundial se pueden dividir de la siguiente manera:

  • Enfermedades transmisibles, de la nutrición y reproducción.
  • Enfermedades no transmisibles.
  • Los accidentes y las consecuencias resultado de la violencia.

Entre los padecimientos transmisibles se cita a los recientes brotes de gripe, además de la neumonía, la tuberculosis, las enfermedades diarreicas, el paludismo, el sarampión y el VIH-SIDA, mismas que provocan más de la mitad de todas las defunciones prematuras, en especial en niños y adultos jóvenes. Los relacionados con la nutrición consisten en la defi ciencia de vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales que no permiten al organismo asegurar su crecimiento y mantener sus funciones vitales.

En lo que respecta a las enfermedades no transmisibles se menciona el cáncer, la diabetes mellitus, las enfermedades cardiovasculares, los padecimientos derivados de la obesidad y los trastornos músculo-esqueléticos, las cuales han aumentado notablemente debido a factores genéticos, del entorno y estilo de vida. Sin embargo, es preciso resaltar que éstos, en su mayoría, pueden evitarse mediante medidas y acciones de prevención.

Llama la atención que se considere a los accidentes y las consecuencias de los actos de violencia, tales como accidentes de tránsito, complicaciones en el embarazo, el parto y el suicidio.