¿Por qué no somos capaces de reaccionar ante alguna de las situaciones que vivimos? en muchas ocasiones puede ser por indefensión aprendida.

Este término se acuñó en la década de los 70 por el psicólogo Martín Seligman y nos habla básicamente de posturas aprendidas de incapacidad. Suceden cuando se realizan acciones para modificar las cosas, pero no producen el fin previsto, esto repetido una y otra vez, obteniendo solo el fracaso, hace que se aboque en el abandono y dar por hecho que ya nunca podremos conseguir un resultado diferente, de forma que se crea en la memoria el concepto de que no se puede hacer nada y por tanto genera una reacción de pasividad. Esta reacción de pasividad aprendida permanece, aun cuando haya cambiado la situación y existan nuevas oportunidades que sí favorecerían la obtención del resultado deseado.

Esta teoría se relaciona con distintos tipos de problemas, como la depresión o cualquier conflicto en el que la percepción es de no poder actuar sobre el resultado temido en una situación.

Esta indefensión puede manifestarse en un momento determinado y puntual o afectar a todo el comportamiento. Cualquier situación que vivas con pasividad excesiva, sensación de que nada se puede cambiar y/o con ansiedad, plantéate si no estás inmerso en una indefensión aprendida. Lo siguiente es, saber que se puede reaprender siempre, de forma nueva y con parámetros diferentes más ajustados a tu realidad actual de lo que aprendiste en su día.