Partamos de la idea que vivimos en una sociedad regida por el estímulo visual, a partir de él percibimos figuras, colores, e incluso emociones. Pero también tiene otras funciones sociales o cognitivas. A través de la vista podemos tomar decisiones, asumir cosas, y la idea clave de este tema en particular, hacer juicios de valor.

Esta es una de las principales dificultades a las que una persona con obesidad puede llegar a enfrentarse: el ser juzgado por los demás, por el peso, la apariencia y una imagen estereotipada que se tiene de las personas con sobrepeso.

Sin duda, los productos comerciales como películas, caricaturas y series televisivas han creado estos estereotipos y nosotros lo hemos asumido dentro de una realidad, dando por entendido que todas las personas con sobrepeso son iguales. Esto los orilla a un círculo vicioso en el que la comida ya no es un alimento para nutrir su cuerpo, sino un paliativo que les ayuda a evadir o tolerar estos sentimientos de desasosiego.

¿Qué queremos decir con esto?

Intente recordar una película en la que haya visto un personaje “gordito”. Seguramente no se trataba del protagonista, tal vez era el amiguito simpático o ingenuo del que todos se aprovechaban. También es muy probable que, siempre que estuviera en escena apareciera con una torta o algún alimento en la mano, comiendo mientras hablaba o actuaba.

Si le sumamos a eso una concepción moderna de la belleza en la que el cuerpo rollizo no es aceptado como algo atractivo, puede llegar a causar serios problemas en la seguridad que se tiene de la persona, sobre todo, si se atraviesan por etapas vulnerables y formativas como la adolescencia.

En la actualidad podría pensarse que esta exigencia se centraba en las niñas, pero ahora, incluso los hombres son obligados a cumplir con ciertos estándares de belleza, a veces ya no sólo para ser atractivo para el sexo opuesto, sino para conseguir un trabajo. El peso de la imagen ha aumentado considerablemente en los últimos años.

Tanto niños como adultos pueden adoptar estas actitudes de burla disfrazado de juego y bromas. Y sí no lo cree, recuerde un poco de su infancia. ¿Había niños con sobrepeso? Dependiendo de la generación a la que pertenezcas es muy probable que haya habido niños en estas condiciones con mayor o menor probabilidad, pero todos, casi siempre tuvimos un  compañero obeso que era víctima de burlas no sólo de los compañeros de clase, en algunos casos hasta de los adultos.

Tomando todos estos aspectos como trasfondo, no es difícil imaginar lo difícil que puede ser para una persona luchar contra la obesidad desde el ángulo emocional. Como si no fuera esto suficiente, muchas veces son guiados por la idea que deben adelgazar para poder tener una imagen adecuada, cuando la razón primordial es la búsqueda de una mejor calidad de su salud. No es raro que casos de obesidad conduzcan a trastornos alimenticios como la bulimia o la anorexia.

Aunque, también pueden irse hacia otro lado: diabetes, enfermedades cardiovasculares o el desarrollo de tumores cancerígenos. Sin embargo, en una situación en la que el paciente se encuentre vulnerable, no pueden parecerle tan graves las consecuencias orgánicas como todo el sufrimiento por el que esté pasando.

Para poder lograr que el paciente se mantenga constante en su tratamiento, va a ser muy importante la presencia de su familia. Sin embargo, esta no tiene que fungir como un elemento más de presión sobre él o ella, sino como una fuente de empatía, confianza y cariño que los aliente a continuar con sus dietas o ejercicios. Además, con el apoyo de los más cercanos, la autoestima del paciente irá recuperándose poco a poco.

Ahora, este apoyo y esta necesidad de empatía no se detienen si el paciente que se somete a una cirugía de revisión bariátrica lo ha superado o se le ha realizado algún procedimiento quirúrgico para acelerar la pérdida de peso. Todo el proceso postoperatorio sigue siendo un momento angular dentro de la nueva vida del paciente tanto a nivel físico como emocional.

Un primer paso para la perder peso después de una cirugia primaria para la obesidad en la que no se obtuvo el éxito que se esperaba se da a través de la cirugía de revisión bariátrica antes mencionada. Posteriormente se seguirá una dieta alimenticia para acostumbrar al cuerpo a las nuevas condiciones de saciedad. Sin embargo, como la cirugía de revisión bariátrica se enfoca en aspectos metabólicos y no en la apariencia física, por lo que muchos pacientes recurren a la cirugía plástica para deshacerse de la piel sobrante.

Aunque esto puede significar un gran avance para que el paciente recupere la confianza en sí mismo, lo mejor sería esperar un poco entre una y otra intervención. Incluso, no pensar en cirugía reconstructiva hasta que el paciente no haya sido dado de alta, además de haber pasado una temporada considerable en donde ha seguido su dieta al pie de la letra de manera constante.

Finalmente, veamos el humano como lo que es: la combinación de elementos emocionales y anatómicos, por lo tanto, al momento de tratar trastornos como estos, es importante considerar atenciones médicas para ambos.