Desde hace varios años, sobretodo a partir de que los índices de obesidad se dispararon en todo el mundo, la Organización Mundial de la Salud hace continuos avisos acerca de la manera en que este padecimiento está penetrando en la sociedad actual y los múltiples problemas que se pueden derivar de padecerlo. A pesar de que esta información está prácticamente al alcance de cualquier persona, de que los profesionales de la salud hacen grandes esfuerzos por encontrar alternativas para prevenirla y curarla, cada vez son más quienes la presentan, de ello que en la actualidad se le conozca como la pandemia del siglo XXI.El problema es considerado de gravedad debido a que cada vez se presenta con mayor frecuencia en los estratos más jóvenes de la población y merece su propio nombre para diagnóstico y tratamiento: obesidad infantil. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, si las tendencias actuales se mantienen, dentro de ocho años el número de infantes afectados por esta enfermedad y sus efectos será de aproximadamente 70 millones en el mundo, razón por la cual la organización puso en marcha medidas de alto nivel para hacerle frente.
Aunque hoy en día existen campañas de diversa índole para prevenir sus efectos, en muchas ocasiones es considerado como un problema de sobrepeso de manera aislada y se le resta importancia, pues no se evalúan las implicaciones que pueden tener en el estado general de salud si no es tratado de manera oportuna. Conocer las consecuencias que un sobrepeso excesivo puede llegar a tener para nuestra salud para crear una conciencia de la importancia de conservar un peso saludable, más allá de los estándares estéticos impuestos en la actualidad, puede ser la diferencia entre una buena calidad de vida y la muerte prematura.
Lo anterior fácilmente cobra más sentido si partimos del hecho de que todos los órganos que conforman el cuerpo humano se encuentran conectados entre sí y que la manera en que están relacionados ocasionan que si uno falla, todos los demás presenten algún problema de mayor o menor gravedad. En un cuerpo con sobrepeso, se acumulan niveles excesivos de grasa en diferentes partes afectando el correcto funcionamiento de los órganos.
Son los componentes del sistema cardiovascular los que se ven más afectados cuando se presenta este padecimiento. El corazón y el sistema de riego sanguíneo se alteran gravemente por esta patología que nos vuelve más propensos a sufrir un infarto e insuficiencia cardíaca, es decir, que el corazón no pueda bombear suficiente sangre al resto del cuerpo para que funcione adecuadamente. Además se puede presentar un agrandamiento del corazón, pues este músculo tiene que hacer un sobreesfuerzo para poder bombear suficiente sangre, y tal como ocurre con otros músculos, al ejercitarlo crece. Sin embargo, con su crecimiento su número de pulsaciones por minuto se reducen, lo que puede ocasionar insuficiencia cardíaca.
Otro problema en el sistema cardiovascular bastante común en personas con sobrepeso excesivo son las varices ocasionadas por un incremento de presión en las venas, las que se alargan y se vuelven visibles, ocasionando una mala circulación, sin mencionar que son consideradas estéticamente desagradables. Asimismo, el padecimiento más común del siglo XXI incrementa el riesgo de sufrir una embolia pulmonar, pues por la acumulación de grasa, la arteria pulmonar fácilmente se ve obstruida, ya sea por grasa o por coágulos de sangre.
En el caso específico de las mujeres, un sobrepeso excesivo puede traer problemas en el sistema endocrino como trastornos menstruales y formación de quistes en los ovarios. Además se identifica que el padecimiento cumple un papel importante en el desarrollo de esterilidad pues supone alteraciones hormonales tanto en mujeres como en hombres.
Por el lado de los problemas gastrointestinales, la acumulación de grasa tiene dos consecuencias graves, la formación de cálculos biliares y el desarrollo de cáncer en el colon. Los cálculos biliares tienen su explicación en la subida del nivel de colesterol en el cuerpo, característica de la patología en cuestión, mientras que múltiples estudios han revelado que personas con sobrepeso excesivo presentan mayor probabilidad de desarrollar diferentes tipos de cáncer relacionados con el tracto digestivo.
Las consecuencias del sobrepeso en el aparato excretor llega a ser una de las más preocupantes, a pesar de que son menos graves que las que hemos mencionado previamente. La principal es el desarrollo de diabetes tipo II, padecimiento que genera problemas renales de gravedad, como la insuficiencia renal crónica.
Esta enfermedad, ahora considerada pandemia, tiene efectos en el estado de la piel que puede presentar estrías, celulitis y ántrax; en los huesos y músculos ocasiona malestares derivados de un mayor desgaste óseo y problemas articulares que derivan en artritis; en el sistema respiratorio provoca disnea o falta de aliento, considerada la más grave y más comúnmente presentada por la presión excesiva contra ale tórax que impide una respiración profunda a un ritmo normal. Finalmente, la obesidad también tiene repercusiones psicológicas, como baja autoestima, depresión y trastorno dismórfico corporal que es la preocupación excesiva por la imagen corporal generando ansiedad.
Los anteriores son sólo algunos de los numerosos efectos nocivos del exceso de sobrepeso. Existen algunas variaciones en cuestión de riesgos y características de los padecimientos derivados según la edad, grado de sobrepeso y enfermedades preexistentes, de ello que sea de gran importancia acudir con un especialista para tratar el problema. Ya existen muchas opciones de tratamiento para la obesidad así como una serie de recomendaciones que pueden contribuir a evitar desarrollarla manteniendo un peso saludable en función de nuestra edad y estatura.