Muchas parejas cometen el error de realizar muy pocos juegos preliminares saltando directamente hacia el acto sexual puro y duro y esto es un gran error ya que la pareja no se excita lo suficiente y el encuentro sexual no es completamente satisfactorio. Los juegos preliminares son parte fundamental para una gran velada sexual.
Aunque los juegos preliminares son muy importantes para ambas partes de la pareja en el caso de la mujer se acentúa el protagonismo un poco mas sobretodo si después va a existir una penetración. Según los expertos un hombre únicamente necesita 5 minutos para estar completamente excitado mientras que la mujer requiere alrededor de los 20 minutos para encontrarse preparada.
La mujer suele tener una respuesta sexual bastante diferente ya que necesita lubricar sus genitales para una optima relación sexual por ello es muy conveniente realizar los juegos preliminares.
La imaginación juega un papel muy importante en este tipo de juegos. Una muy buena opción es comenzar con un sensual masaje erótico, iniciándolo por los hombros y la parte de la nuca para quitar el estrés y expandir hacia todas la extremidades de tu pareja. Continuar por la espalda acariciando los costados hasta la zona de la cintura.
Después pasaremos hacia la zona de los muslos y glúteos para terminal con una de los mejores zonas para realizar un masaje, los pies.
Una vez terminado el masaje llega el momento de las caricias, roza a tu pareja lentamente con la yema de los dedos, sobretodo en las zonas más sensibles. Con esto conseguirás la segregación de las hormonas de la excitación preparando su cuerpo para iniciar el coito.
Hay que destacar la importancia de los besos, son tan excitantes que hay que tenerlos muy en cuenta. Hay muchas formas diferentes de besar, pero todos deben mantener la pasión y el deseo del primer beso.
Después de haber jugado, besado, acariciado y excitado a tu pareja lo suficiente llega el punto en el que se da paso al momento tan esperado, y deseado por los dos, el coito, que como colofon final conseguirá el placer máximo alcanzando el orgasmo de ambos.