La obesidad infantil va en aumento año con año y lo preocupante de esto es que va de la mano con el aumento también de enfermedades crónico degenerativas relacionadas a este padecimiento, sobretodo la diabetes mellitus. De hecho se habla de que podríamos ser la primera generación de padres que vean a sus hijos con este tipo de enfermedades inclusive pudiéndolos llevar a la muerte.

Se han reportado recientemente algunos casos de niños menores de 10 años con gordura que caen fulminados en el patio de recreo producto de un infarto masivo al corazón.

Recientemente el gobierno del país ha implementado diversos programas preventivos para atacar este grave problema, poniendo o elevando impuesto a alimentos y bebidas llamadas chatarra, prohibiendo la venta de estos alimentos en las escuelas, promoviendo la actividad fisica en los recreos y sobretodo la buena alimentación.

Sin embrago el problema persiste, por el mismo estilo de vida que tenemos hoy en día se vuelve difícil poder llevar acabo todas estas acciones preventivas, sobretodo cuando ambos padres trabajan y tienen poco tiempo para hacer los alimentos en casa, muchas familias no les queda otra opción que comprar alimentos congelados ya preparados que vienen con una alta carga de calorías, o los ya famosos “Fast Food”, donde compran la comida para llevarla a casa, si a esto le sumamos el sedentarismo, el que los niños ya no salgan a las calles a jugar, correr, andar en bici, etc., mas bien se quedan en casa viendo la televisión, jugando videojuegos, es la combinación perfecta para desarrollar problemas de obesidad.

Es un mito el del niño gordito es igual a niño sano, hay que romper todos esos mitos y paradigmas que han dañado por años a nuestra sociedad. Es una triste realidad que estamos enfrentando en nuestros hijos, sin embargo, queda en nosotros, padres de familia, realizar acciones que favorezcan en nuestros hijos el comer balanceadamente y que realicen actividad fisica.

Se tienen hoy en día opciones de tratamiento para los niños que padecen esta enfermedad. Son programas de manejo multidisciplinario, es decir, programas que cuentan con el apoyo de diversos especialistas en nutrición, psicología y pediatría. No solamente es para los niños, los padres de los niños o las personas que preparen los alimentos a los niños tienen que recibir asesoría también, porque finalmente si no cambian sus hábitos para comer los padres, es muy difícil hacer a los hijos que cambien los suyos.