Nuestro cuerpo está recubierto de piel, aunque no todas las zonas del cuerpo tienen la misma sensibilidad

El masaje es una de las técnicas curativas más antiguas del mundo, ya que es el medio más natural e instintivo para aliviar el dolor y las molestias corporales. Cuando nos duele algo, el instinto nos hace tocar la zona y presionar.

El tacto pertenece al sistema sensorial cuya influencia es dificil de aislar o eliminar. Un ser humano puede vivir a pesar de ser ciego, sordo y carecer de los sentidos del gusto y el olfato, pero le es imposible sobrevivir sin las funciones que desempeña la piel. El tacto afecta a todo el organismo porque todo nuestro cuerpo está cubierto por éste órgano que es la piel, nuestro enboltorio. La piel, lleva consigo su propia memoria, define nuestra individualidad; tenemos huellas digitales que son única.

Ya desde el seno materno antes de nacer, percibimos los masajes a través de las manos maternas.

La practica del masaje se extendió a través del tiempo y de la geografía, de este modo desde la antiguedad a nuestros días: Indios, Griegos, Romanos, Islamicos, etc. lo han incorporado a sus prácticas sanitarias. Hoy en día está extendido a todo el mundo y se valora tanto su función terapéutica como la consecución de placer y hoy en día está extendido a todo el mundo y se valora tanto su función terapéutica como la consecución de placer y bienestar.

El masaje cada vez está más reconocido en el ámbito de la medicina y se ha convertido poco a poco en una técnica más de tratamiento curativo o paliativo de multiple efermedades. El masaje juega un papel muy importante en el restablecimiento y mantenimiento de un buen estado de salud. El masaje produce efectos preventivos terapéuticos sobre el organismo, no sólo fisico también psíquico. Desde las técnicas más simples para proporcional relajación y favorecer el sueño, hasta el desarrollo especifico de algunas más complejas para aliviar o eliminar dolencias concretas del cuerpo o el organismo.