A veces pensamos mucho en desarrollar nuestros músculos y en cuidar nuestro organismo y nos olvidamos de algo que es igualmente importante para mantener un estilo de vida sano: los huesos.

El calcio, la vitamina D y la vitamina K son los principales agentes para cuidar la estructura ósea. El calcio es estupendo para mantener la densidad ósea, la vitamina D mejora la absorción del calcio y el crecimiento óseo, y la vitamina K es también muy importante, pues su carencia inhibe la calcificación de los huesos.

Para prevenir la osteoporosis y otras enfermedades asociadas, tan comunes hoy en día, necesitamos consumir alimentos que contengan calcio y vitaminas D y K. En este post vamos a exponer los más apropiados para que cuides de tus huesos.

En primer lugar, el calcio de los productos lácteos se absorbe fácilmente, además de ayudar a mantener una presión arterial saludable. De hecho muchos médicos afirman que un vaso de leche al día aporta el calcio diario necesario para una persona.

La vitamina K se encuentra en los vegetales de hojas verdes, que además contienen otros ingredientes necesarios para fortalecer los huesos, como el ácido fólico: las espinacas, el brócoli, la col, la lechuga, el perejil, los kiwis y algunos aceites vegetales contienen vitamina K.

Las espinacas contienen casi el 30% del calcio que necesitamos cada día, además de otros nutrientes y vitaminas beneficiosas como hierro, potasio, fibra y vitamina A.

El pescado es especialmente recomendable para el cuidado de los huesos, destacando las sardinas y el salmón. Las sardinas son una fuente estupenda de omega-3, que ayuda a reducir el colesterol y por otro lado son muy ricas en vitamina D.

El salmón también contiene omega-3 y es rico en calcio, además de ser una alternativa saludable a las carnes rojas.

Los huevos también son aconsejables para el cuidado de los huesos, pues contienen vitamina D. Otro alimento rico en vitamina D son los yogures, que puede ser un sustitutivo del vaso de leche, pues nos ayuda a consumir el calcio diario que necesitamos.

Por último, las legumbres en general, pero especialmente los garbanzos son recomendables para el cuidado de la estructura ósea, pues son ricos en fibra, calcio, magnesio y hierro.

Si combinamos un consumo regular de este tipo de alimentos con una dieta equilibrada y ejercicio semanal, estaremos favoreciendo la prevención de enfermedades óseas y fortaleciendo nuestros huesos de cara al futuro.