El deporte está cada vez más presente en la vida de las personas, ya sea con mayor o menor intensidad. Y es que cada vez es mayor el número de personas que decide engancharse a la vida deportiva atraídos por su afán de superación y ganas de cuidarse.

La mejora de marcas se convierte poco a poco en un auténtico reto para el deportista, quien toma el gusto a liberar endorfinas convirtiendo su actividad en un deporte más serio.

Uno de los aspectos que cualquier deportista que se precie no puede dejar pasar es la alimentación. Comer bien para llevar a cabo las prácticas deportivas de forma saludable.

Está claro que la superación personal en el deporte pasa por un entrenamiento constante, algo que también tiene su origen en una dieta adecuada para la práctica.

La alimentación del deportista debe incluir

Hidratos de carbono

Los carbohidratos son la mayor fuente de energía para los deportistas. Tanto es así, que la dieta de los atletas debería incluir del 55-60% de hidratos de carbono respecto al consumo total de calorías. Una base en la alimentación del atleta que podemos encontrar en alimentos como la pasta, el arroz, la avena, la fruta, la verdura o el pan de grano, entre otros. De esta manera, no es posible entender la dieta de cualquier deportista sin carbohidratos.

Grasas

No podemos olvidar las grasas en nuestra alimentación. Y es que, tan cierto es que proporcionar éstas en exceso a nuestro cuerpo nos provocará sobrepeso, como que son vitales y beneficiosas para nuestra salud.

Es por ello que los nutricionistas recomiendan que los deportistas incluyan alimentos con grasas en su alimentación en una proporción de un 20-25%, pues junto a las vitaminas, minerales y agua, completa una dieta de cualquier deportista.

Sin embargo, hemos de distinguir entre los diversos tipos de grasas y elegir las que más nos convengan, como los ácidos grasos poliinsaturados y las grasas monoinsaturadas. Los primeros son el omega 3 y omega 6, grasas que podremos encontrar en alimentos como el pescado y los frutos secos. Por otra parte, el aceite de oliva sería una fuente de grasas monoinsaturadas.

A su vez, aquellas grasas que deberíamos evitar tanto en la dieta de un deportista como en la de nuestro día a día son las saturadas. Estas se encuentran en productos como la margarina, mantequilla, postres y fritos.

Vitaminas

A pesar de que los deportistas no obtendrán energía por un consumo de vitaminas, su aportación es crucial para la salud de cualquier deportista.

El ejercicio puede producir los llamados radicales libres. Se trata de una serie de compuestos que pueden dañar las células. De esta manera, las vitaminas C,E y A son antioxidantes y ayudan a combatir a estos radicales libres.

Proteínas

El aporte perfecto sería de 1,3 g por kg de peso del deportista. De esta manera, las proteínas no deberían superar el 15-20% de la ingesta calórica del mismo.

Son muy importantes para el crecimiento del tejido muscular y la cantidad media necesaria podríamos encontrarla en un filete de ave (150 g), un vaso de leche, algo de pescado y un yogur.

Hierro

Es necesario para transportar oxígeno a nuestras células. Por ello, una buena fuente de hierro son alimentos como las carnes magras, nueces, almendras y vegetales de hojas verdes.

Calcio

Queso, leche, huevos o legumbres son alimentos ricos en calcio, esencial para prevenir la osteoporosis y posibles lesiones.