Métodos alternativos de tratamiento para la diabetes

Como suele suceder con cualquier tipo de procedimiento médico, la colocación del balón gástrico como tratamiento para combatir la obesidad y las consecuencias que puede tener este padecimiento genera una gran cantidad de dudas y preguntas al respecto en los pacientes, y una de las más comunes es cómo saber si una persona es candidata o no para tratar su condición con este procedimiento no quirúrgico.

Para poder dar respuesta a dicha pregunta es necesario llevar a cabo una evaluación adecuada de cada caso particular, evaluación que considera varios aspectos y factores importantes, entre los que destacan el nivel de obesidad de la persona, su estado de salud general, el objetivo particular de la persona y otras consideraciones hechas por el médico.

En general, este tratamiento para la obesidad está diseñado de manera particular para aquellos pacientes que presentan un nivel obesidad leve o moderado y para quienes otras alternativas de tratamiento no han dado los resultados esperados. Por supuesto, debido a esta condición de obesidad leve o moderada, un aspecto que se debe tener en cuenta al optar por este método es que la cantidad de peso a perder es baja, ya que el tratamiento fue desarrollado para personas que no requieren bajar grandes cantidades de peso.

Es necesario también tener en mente que este procedimiento no quirúrgico es un método temporal para reducir peso y volumen, por lo que no debe ser considerado como un tratamiento a largo plazo, superior a los 6 meses. En otras palabras, lo anterior implica que las personas que presentan un nivel de obesidad mayor necesitan recurrir a otro tipo de métodos, procedimientos más duraderos e incluso fuertes para reducir su talla, volumen y peso de manera considerable y notoria, como algún tipo de intervención quirúrgica o tratamiento farmacológico.

De manera más específica, los criterios que considera el médico para poder determinar si un paciente con obesidad es candidato a ser tratado con balón gástrico o no, son los que a continuación se mencionan. En primer lugar, las personas que pueden optar por este tratamiento y a quienes el médico considera para ello son aquellos pacientes que no han logrado obtener resultados positivos al intentar bajar de peso y reducir su volumen utilizando métodos conservadores y programas desarrollados y supervisados por un equipo médico profesional.

Asimismo, estas personas deben cumplir por completo con ciertas características que resultan de la evaluación médica realizada. Entre estas características destaca el hecho de tener un índice de masa corporal (IMC) superior a 35 y menor a 50, aunque también es posible considerar a pacientes con un IMC de entre 30 y 34.9 cuando su condición puede implicar algún riesgo significativo para su salud general.

De igual forma, es posible considerar este tratamiento como alternativa para pacientes con un IMC superior a 50, pero únicamente como preparación del paciente poco antes de ser sometido a una intervención quirúrgica para tratar su obesidad con la finalidad de que el paciente logre perder peso y volumen para mejorar un poco su estado de salud y reducir el nivel de riesgo durante la cirugía.

En casos muy particulares de obesidad severa también es posible considerar el balón gástrico como una alternativa, sobre todo cuando se trata de pacientes cuya condición física implica que el riesgo al llevar a cabo la cirugía es muy alto o cuando, por decisión personal, el paciente rechaza someterse a una intervención quirúrgica.

Hay pacientes con un índice de masa corporal relativamente bajo, entre 25 y 29.9, lo que indica sobrepeso, mas no obesidad, que también pueden ser candidatos a ser tratados con este procedimiento, pero únicamente en casos donde la persona tiene antecedentes de tratamiento médico nutricional, obesidad y con enfermedades graves asociadas al sobrepeso.

Cabe mencionar que es necesaria una valoración médica todavía más detallada y específica cuando el caso implica a una persona menor de edad (15 a 17 años).

Por otra parte, también es de suma importancia mencionar los casos y condiciones particulares en los que este tratamiento no se recomienda en absoluto. En primer lugar, personas menores de 15 años no deben ser sometidas a este procedimiento bajo ninguna circunstancia, al igual que personas con obesidad leve, moderada o mórbida cuyo origen es genético u hormonal o pacientes con un IMC menor a 25.

Personas que presentan problemas como reflujo gastroesofágico o esofagitis severa, hernia hiatal con un tamaño igual o mayor a 5 cm, alteraciones de coagulación sanguínea, úlcera gástrica o duodenal, adicción a drogas o alcohol, cáncer de cualquier tipo y en cualquier órgano, alteraciones psiquiátricas o enfermedades neurodegenerativas tampoco son candidatas a ser tratadas con esta alternativa.

Tampoco se considera el balón gástrico como opción tratamiento para personas que ya han sido sometidas anteriormente a cirugías de obesidad o en la zona estomacal o abdominal y mucho menos en mujeres embarazadas, además de descartar a pacientes que no están dispuestos a modificar sus hábitos alimenticios.

Es de suma importancia aclarar que la evaluación médica a la que se ha hecho mención para poder determinar si un paciente con obesidad es candidato para ser tratado con un procedimiento no quirúrgico de este tipo debe ser llevada a cabo por un equipo multidisciplinario y no por un solo médico, ya que los aspectos a evaluar son variados, de naturaleza diversa y que pertenecen a diferentes campos de estudio que incluso van más allá de la medicina.

Así las especialidades involucradas en el proceso de evaluación son nutrición clínica, psicología, medicina general, medicina interna, anestesiología, bariatría, endoscopía, endocrinología y gastroenterología, en ocasiones psiquiatría y, si el caso lo requiere, también neumología y cardiología.

Por lo tanto, para poder confiar por completo en la evaluación realizada, en el diagnóstico y la alternativa de tratamiento propuesta por el equipo médico, es necesario que dicha evaluación haya sido realizada por un equipo multidisciplinario conformado por especialistas y profesionales de estas áreas.