El 1er trimestre personalmente fue el más duro, difícil y pesado debido a todos los cambios hormonales que mi cuerpo experimento.
El hecho de confirmar la noticia de mi embarazo fue un gran cóctel de emociones; alegría, sorpresa (por la rapidez) y miedo. Aunque la que ganaba de calle era la tremenda alegría que sentía, obviamente mi pareja también estaba contento y abrumado por la confirmación.
Los primeros 15 días fueron completamente normales, una sensación muy parecida a la aparición de la menstruación por lo que esto me despistaba, hasta que hice el test de embarazo, que fue la confirmación definitiva.
A partir de este momento aparecieron las nauseas, los vómitos, la hipersensibilidad, el malestar general, el sangrado de las fosas nasales…¡una pesadilla!…Siempre había oído a todas las mujeres de mi entorno que la maternidad era la mejor experiencia de sus vidas…y en mi caso ¿por qué estaba siendo la peor de mi vida? Y la medicación que me recetaron para minimizar los síntomas, no era de gran ayuda.
Afortunadamente, todo pasa y todo este malestar desapareció paulatinamente, aunque muchas mujeres comentan que esto es pasajero y se olvida completamente, yo lo explico para que vayáis avisadas y porque aún lo recuerdo.
También hay las excepciones, mujeres que no notan los cambio y viven un embarazo realmente placentero ¡Unas afortunadas! y otras pobres que lo pasan fatal desde el inicio hasta el final.