Ahora hay pocos gimnasios que todavía no se ofrezcan clases de pilates, pero tanto el nombre como la posible dificultad todavía mantiene alejada a mucha gente de esta disciplina. Pero lo que todo el mundo debe saber es que es un deporte muy beneficioso para la salud.
El pilates intenta ejercitar cada músculo del cuerpo, desde el centro hasta las extremidades, a través de muy diferentes y diversas posturas y siempre controlando la respiración. Se necesita mucha concentración para poder llevar a buen término cada uno de los estiramientos.
¿Cuáles son los beneficios de la práctica de pilates?
- Relajación completa. Tener que concentrarse tanto y mantener la respiración adecuada en cada estiramiento nos permite relajarnos al 100% y poder terminar cada clase en un estado mental muy agradable.
- Fortalecimiento del tono muscular de todo el cuerpo.
- Ayuda a trabajar con el estrés y la ansiedad.
- Ayuda para corregir los malos hábitos posturales no solo en clase sino en la vida diaria, evitando problemas posteriores.
- Mejora de la flexibilidad y de la agilidad, así como de la destreza y la coordinación de movimientos. Esto beneficia mucho a personas de la tercera edad, para evitar caídas y tropiezos.
- Mejora del sistema sanguíneo y linfático, así como el sistema inmunológico.
- Aporta vitalidad y fuerza.
- Ayuda a prevenir la osteoporosis.
- Aumenta la conciencia del cuerpo y de nuestras capacidades, mejorando nuestra autoestima.
¿Qué personas pueden hacer pilates?
Cualquier persona puede empezar a ir a clase, ya que es adecuado para jóvenes, adultos e incluso personas de la tercera edad. Está especialmente indicado para quienes han estado lesionados, para poder ir recuperando tono muscular o para quienes tienen problemas de espalda.
Eso sí, es muy importante que las clases sean impartidas por alguien profesional y con las máquinas y el material de apoyo adecuado. Solo con la supervisión específica es posible practicar este deporte a la perfección.