Se trata de una cuestión que tiene que ver con el estilismo y la imagen personal. Los profesionales de la imagen aconsejan seguir la regla del menos es más para buscar la sencillez.

Hay que tener en cuenta que el ramo de flores es una parte esencial del look de la novia, por lo que tampoco debe desentonar con el conjunto global del vestido. Además, este lo llevará durante prácticamente toda al celebración.

Debes de tener una serie de variables en cuenta a la hora de elegir el ramo que más te convenga. Entre estos factores se encuentran el tipo de vestido, la altura de la novia, la personalidad y el tipo de boda.

Algunos tipos de ramos son muy conocidos y entre ellos destacamos los siguientes:

  • Tipo boquet con forma redondeada. Ideal para novias delgadas y con vestido de corte recto que se ciña al cuerpo.
  • Los asimétricos se caracterizan por el desorden de su composición.
  • Los de tallo largo son polivalentes pues conjuntan con cada tipo de vestido. Sobre todo, son recomendables para figuras redondeadas y el largo irá en función de la altura de la protagonista.
  • Los tipo cascada vienen bien para novias altas debido a que caen hacia el suelo. Estos casan muy bien con vestidos que se caractericen por su volumen.

Estos son algunos de los tipos de ramos más característicos. Y tú, ¿cuál llevaste o tienes pensado llevar el día de tu boda?