La recomendación número uno que podemos hacer es que evitemos salir a la calle cuando la temperatura es más alta de lo normal en las horas centrales del día.
Si podemos, permanezcamos en casa o en la oficina entre las 12 de la mañana y las cinco de la tarde y pospongamos nuestros recados o quehaceres a horas más tardías del día.
A no ser que estemos entrenando de forma profesional, sería mejor dejar el deporte al aire libre para días en los que no haya ola de calor o bien organizarlos a primerísima hora del día o a la última de la tarde.
Debemos tratar de ponernos ropa acorde con el tiempo, de colores claros, que transpire bien y que no nos apriete ni nos moleste. Si podemos completar el equipo con un calzado cómodo y fresco e incluso, un sombrero, mejor que mejor.
Ojo con el sol. Si debemos salir a la calle cuando aprieta, recordemos usar crema de factor solar ¡aunque no estemos en la playa podemos quemarnos!
El agua debe ser nuestro complemento imprescindible. Mantengamos siempre en la nevera un par de botellas de agua fresca y prestemos especial atención a que niños y personas mayores ingieran agua y se mantengan hidratadas todo el día.
Dependiendo de la orientación de nuestra casa, ventilemos en las horas más frescas del día y evitemos tener todo abierto cuando la temperatura esté más alta. Refresquemos el ambiente con ventiladores y humidificadores y si hace falta, con aire acondicionado, pero con moderación.
Si el calor arrecia en exceso, podemos utilizar una toalla mojada para refrescarnos o un difusor de mano lleno con agua fresca. Importante incidir en la cabeza, parte posterior del cuello y muñecas.
Podemos aprovechar para innovar un poco en la cocina con ensaladas frescas, llenas de frutas y verduras crujientes y sabrosas que den una digestión suave y tranquila.
Estos días son perfectos también para preparar limonada, zumos caseros e infusiones frescas aptas para mayores y pequeños, así como helados de hielo caseros.
Por la noche, usemos la ropa de cama más fresca y ligera que encontremos y si la temperatura lo permite, abramos la ventana para disfrutar de la brisa una vez se ha marchado el sol.
El último consejo es tener paciencia. La ola de calor no durará para siempre y enfadarnos porque el día está insoportable no lo hará mejor, más bien al contrario.