Apenas se tienen datos a nivel estadístico ya que no se trata de una enfermedad de declaración obligatoria, aunque algunas informaciones apuntan a que cerca del 50% de los fallecimientos de los perros y algo menos en el caso de los gatos, están relacionados con casos de cáncer.

En todo caso, la incidencia del cáncer ha aumentado sobre todo debido a que ha aumentado la esperanza de vida de las mascotas, y aunque hay casos de perros y gatos jóvenes afectados, esta enfermedad se presenta sobre todo a edades avanzadas.

Cuando una mascota de la familia es diagnosticada de cáncer, es algo devastador. Es normal que os sintáis asustados e indefensos a pesar de que un buen veterinario se tomará su tiempo para hablaros de la enfermedad, las opciones de tratamiento y el pronóstico.

No todos los cánceres son tratables, pero muchos responden bien a la terapia. Podría tratarse con cirugía, quimioterapia, radioterapia o una combinación de enfoques dependiendo del tipo de cáncer, la mascota en sí y por supuesto, los deseos del propietario.

En todo caso, además de los posibles tratamientos, lo importante es mejorar la calidad de vida mediante la reducción de la severidad de los síntomas de la enfermedad. Independientemente del tipo de cáncer o vía de tratamiento, el suministro de una nutrición óptima tiene beneficios para la mascota, y ayuda a proporcionar un enfoque positivo para toda la familia.

¿Afecta la nutrición de las mascotas en el tratamiento contra el cáncer?

Aunque el cáncer no se suele definir como una enfermedad a la que le afecte la nutrición, estudios recientes han indicado que una buena nutrición puede ser muy beneficiosa para los gatos y los perros que sufren de cáncer.

¡Ojo! Esto no quiere decir que una buena nutrición pueda sustituir a un tratamiento oncológico o a la ayuda veterinaria, elementos siempre recomendables en un caso de cáncer. Más bien al contrario, cualquier cambio de hábitos en la alimentación de tu perro o gato debería estar supervisada por un especialista si se encuentra en este caso.

Nos referimos a que una buena alimentación incide positivamente en los tratamientos para el cáncer y en la calidad de vida de los animales enfermos.

El suministro de nutrientes de alta digestibilidad, que se metabolizan fácilmente, hace que la labor del intestino sea más sencilla, y que, por tanto, el sistema inmunológico pueda centrarse en lo realmente importante.

A su vez, el cuidado de los sistemas digestivo e inmunológico genera efectos positivos en otros sistemas corporales. Este enfoque holístico puede ayudar al cuerpo a mantener la normalidad de todas las funciones, e incluso mejorar la calidad de vida.