Hay gatos que son muy exigentes con la comida, tanto que nos pueden llevar a la exasperación. Algunos tienen el morro tan fino que te vuelven loco hasta que encuentras la comida que les gusta, en el recipiente que les gusta, y preparado de la forma que les gusta.

Entonces, ¿qué podemos hacer cuando un gato es tan exigente que no quiere comer?

Si un gato no quiere comer, en primer lugar hay que descartar causas médicas. Si un gato que habitualmente come bien, de repente no quiere comer sin que hayas realizado ningún cambio importante relacionado (por ejemplo, un cambio en la dieta, en el lugar o en el horario pueden ser motivo de inapetencia circunstancial para un gato), puede ser interesante que le lleves al veterinario para descartar problemas digestivos.

Los gatitos, habitualmente pasan por una época de inapetencia debido a problemas de dentición. En ese caso, la solución puede ser humedecer su comida para que sea más blanda, casi como una papilla, hasta que estos problemas se solucionen.

Por otro lado, los gatos adultos machos a menudo pierden el apetito cuando hay a su alrededor una gata en celo, y en ese caso la solución llega por si misma, cuando la situación vuelve a la normalidad.

En el caso de gatos exigentes, se pueden probar diferentes soluciones. La primera y más obvia, es optar por una comida que, a la vez que completa y saludable, resulte muy apetecible. Toda nuestra gama de comida para gatos se destaca por su alta palatibilidad. Pero si esto no fuera suficiente, puedes probar a humedecerla con un poco de agua caliente, ya que así derretirás parte de las grasas de alta calidad que lleva la receta, liberando así un aroma natural y delicioso.

Preocuparte y cambiar constantemente de alimentación, con demasiada variedad, puede empeorar el problema, especialmente si tu gato este empleando este truco para llamar tu atención y que estés pendiente de él. Por eso, no debes hacer un problema de la hora de comer. Te recomendamos que le sirvas la comida en su recipiente y no te quedes observando, ni inteactúes con él más que lo necesario. Solo avisa que tiene su comida lista y simula estar haciendo cualquier otra cosa. Cuando pase la hora de comer, tanto si ha comido como si no, retira su cuenco sin mostrar alegría o preocupación, solo calma y tranquilidad. Y en la siguiente comida, le pones de nuevo comida fresca (nunca reutilices comida húmeda o pienso humedecido).

Esperamos que estos consejos te ayuden a que tu gato normalice su relación con la comida para que puedas disfrutar de él tranquilo y feliz.