Si pensamos en el bienestar de nuestro cuerpo, en estar fuertes, en no caer enfermos y en ir avanzando a través de la vida sin pasar penurias de salud, debemos pensar siempre en nuestro sistema inmune.

Es el sistema inmunitario el guardián indiscutible de nuestro bienestar y que esté fuerte nos protegerá de muchas enfermedades e infecciones, mantendrá nuestros órganos sanos y nos permitirá tener una existencia libre de padecimientos innecesarios.

Pero el sistema inmunitario no está libre de peligros. Continuas amenazas lo ponen en guardia para salvaguardarle y en ocasiones, no sabemos mantenernos alejados de aquellas cosas que sin duda lo alteran.

¿Cuáles son los factores que alteran el sistema inmunológico?

  • Como hemos comentado en alguna ocasión, la contaminación del aire afecta de forma muy negativa y disminuye la capacidad reactiva de las células ante agentes no patógenos en el cuerpo. Debemos procurar vivir en un lugar cuyo aire esté libre de impurezas y gases contaminantes.
  • Comer mal es otro de los factores que nos ponen en una situación de inmunodeficiencia si no nos controlamos bien. El déficit de nutrientes, vitaminas y minerales puede tener un efecto nefasto en nuestro organismo y convertirnos en diana de muchas infecciones.
  • El azúcar es uno de los grandes enemigos de nuestro cuerpo. El azúcar refinado que consumimos habitualmente tanto en cucharadillas como dentro de otros alimentos (bollería, refrescos, cereales…) desmineraliza nuestro organismo y desgasta las defensas.
  • Falta de descanso. No dormir bien puede parecer algo sin importancia pero estamos privando a nuestro cuerpo de las horas en las que se recupera, se regenera y se hace fuerte.
  • El sedentarismo es otro de los motivos por los cuales nuestro cuerpo puede tener un sistema inmune debilitado.
  • El tabaco, las drogas y el alcohol llenan de toxinas nuestro organismo y nos hacen ser más vulnerables a ciertas infecciones. Debemos vigilar los hábitos negativos que tenemos para evitar que nos afecten.
  • El estrés y la ansiedad son bombas de relojería en nuestro organismo. Debilitan las defensas y nos ponen a expensas de numerosas enfermedades e infecciones de diferente gravedad.

Debemos tener muy en cuenta estos factores y no perder de vista que ayudar a nuestro cuerpo a estar lo más sano posible no solo es recomendable, sino todo un deber para con nosotros mismos.